«En Galicia tenemos un buen número de regatas para que los niños puedan formarse y coger experiencia»

ENTREVISTA A CARLOS HERNÁNDEZ · ENTRENADOR DE CLASES DOBLES

Quien no avanza, retrocede. Lo dice el refranero, y también los entrenadores de la Escuela de Vela del Monte Real Club de Yates para animar a sus alumnos a seguir dando pasos en el mundo de la vela.

La evolución por las distintas clases náuticas es algo muy recomendado para el aprendizaje de todos los niños y niñas, y el club baionés les ofrece esa posibilidad desde hace años. Una vez superada la fase de clase Optimist, pueden saltar a las clases dobles, y entrenar en Cadete o 420.

Es ahí donde entra en juego la figura de Carlos Hernández, uno de los instructores más experimentados del Monte Real. Técnico de Nivel 2 por la Federación Gallega de Vela, lleva casi una década trabajando en la Escuela de Vela del Monte Real, en donde está considerado un entrenador todoterreno.

En la actualidad eres el responsable de los entrenamientos de las clases dobles del Monte Real, en las que los chicos y chicas que llevaban años navegando en solitario, empiezan a navegar con un compañero. ¿Cómo viven ese cambio?

El cambio de navegar solo a navegar con un compañero lo suelen afrontar con muchas ganas e  ilusión, aunque es un cambio muy importante a nivel personal y deportivo.

El navegar con un compañero implica pasar muchas horas con él,  en el mar y fuera de él. Esto les ayuda a abrirse a los demás y superar la timidez. Además fomenta la necesidad de colaborar por encima del individualismo. Les hace reconocer, aceptar y respetar que existe alguien que sabe más que él, les ayuda a compartir triunfos y derrotas y a disfrutar de los sentimientos intrínsecos a formar parte de un equipo, como la necesidad de ayudarse para conseguir un objetivo común.

En el Monte Real ofrecéis la posibilidad de entrenar en cadete o 420. Cuéntanos, ¿cuáles son las diferencias a la hora de navegar y qué prefieren los chicos?

Las diferencias son considerables ya que el 420 es un barco mucho más complejo, a nivel técnico y a nivel físico. Podríamos decir que el cadete es un barco de iniciación a clases dobles y el 420 de perfeccionamiento. Éste tiene unas formas más redondeadas y planas que aseguran unos buenos planeos y alto rendimiento con vientos en popa, y el hecho de tener trapecio lo hace un poco más complicado que el cadete.

Nosotros, en el Monte Real, estamos utilizando el cadete como paso intermedio entre el Optimist y el 420, lo que nos permite que los niños que acaban su etapa en Optimist puedan navegar en este barco el tiempo necesario para adquirir la destreza y experiencia necesaria para dar el paso al 420. Aunque a algunos niños les gustaría dar el paso del Optimist al 420, saltándose el cadete, estamos trabajando para que entiendan que este paso intermedio es algo que les beneficia.

Durante muchos años, la clase cadete estuvo un tanto abandonada en Galicia, pero en los últimos años parece que empieza a remontar con fuerza, ¿a qué crees que se debe este aumento del interés?

Fundamentalmente porque sigue siendo una muy buena clase para los niños que dejan el Optimist y se quieren pasar a clases dobles. Es un barco en el que aprender a manejar tres velas,  y sobre todo a navegar con un compañero y a trabajar en equipo.Por suerte la mayoría de clubes de Galicia disponen de un buen número de barcos, lo que les permite a los niños tener a su disposición estos barcos con casi nada de coste adicional.

A nivel nacional de momento no tenemos competiciones ya que hay muy pocas comunidades que naveguen en estos barcos. Pero aquí en Galicia, gracias al Monte Real y a otros clubs que siguen apostando por esta clase, tenemos un buen número de regatas para que los niños puedan formarse y coger experiencia.

Lo que está claro, como dices, es que la clase cadete es perfecta para que los jóvenes empiecen a navegar en equipo, como una tripulación, y se preparen para las clases superiores. ¿Qué porcentaje de alumnos se animan a dar el salto a embarcaciones más grandes?

El porcentaje es bastante alto, ya que cuando un niño ha finalizado su etapa en cadete normalmente lleva varios años navegando en esta y otras clases, por lo que la pasión por este deporte ya le ha cautivado.La mayoría acaban compitiendo, ya sea a nivel regional, nacional o internacional. En España, por desgracia, el mundo de la vela, sobre todo en edad infantil, aún tiene mucho que avanzar, para conseguir que haya más competiciones a estos niveles.

Nosotros desde el Monte Real siempre animamos a nuestros regatistas a que sigan avanzando, ya que consideramos que el deporte en general, y la vela en particular, es un muy buen complemento para ellos, para sus vidas y su evolución personal.

La mayoría de los alumnos a los que das clase y entrenas en el club son chicos y chicas, muy jóvenes, pero estáis empezando también a impartir cursos de vela ligera para adultos. Háblanos de este proyecto.

Es un proyecto que hemos iniciado este año y que creemos que nos traerá muchas alegrías, ya que los adultos que querían  iniciarse, seguir aprendiendo  o simplemente disfrutar de la navegación estaban casi condenados a navegar en barcos grandes (cruceros). Es por eso que hemos ofrecido la posibilidad de hacerlo también en barcos de vela ligera, en los que las sensaciones son muy distintas a un crucero. El Monte Real ha puesto a la disposición de las personas adultas 3 clases de barcos de vela ligera: individual (Laser), doble (Filibustero), y colectivo (Omega), para abarcar varias posibilidades.

Esta propuesta también ha sido pensada para todos aquellos padres y madres que cada fin de semana traen a sus hijos a navegar, puedan disfrutar del mar y practicar el mismo deporte que sus hijos, algo que creemos que mejora la relación paterno filial. Llevamos apenas un mes y el interés va en aumento. Ya tenemos un buen número de adultos que se han inscrito y que están muy satisfechos con la decisión.

Es una entrevista de Rosana Calvo

Si tenéis alguna pregunta para Carlos podéis escribirnos a prensa@mrcyb.com y se la transladaremos

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