ENTREVISTA A ALBERTO LÁZARO · PADRE DE UNO DE LOS ALUMNOS DE LA ESCUELA DE VELA
Alberto Lázaro es el padre de Lucas Lázaro, uno de los alumnos de la Escuela de Vela del Monte Real Club de Yates. Lucas va a clase de iniciación desde hace dos años, y tanto uno como otro aseguran estar muy contentos con la actividad.
Alberto, ¿qué es lo que te animó para inscribir a tu hijo en uno de los cursos de vela del club?
Lucas ha heredado la afición por el mar que tienen su abuelo y su tío. Todo lo que tenga relación con el mar le encanta. Pesca, piragua, buceo, etc. Como pasamos los veranos en Baiona, nunca habíamos tenido contacto con la vela. Un año le ofrecimos a Lucas la oportunidad de probar y, obviamente, se apuntó ipso facto!
¿Cómo lo está viviendo el pequeño? ¿Qué te cuenta de sus experiencias en el mar? ¿Qué le resulta fácil y difícil?
Lucas está encantado con la experiencia. El principal obstáculo al que se enfrentó Lucas fue el tener que esforzarse más allá de aquel mundo que ya tenía controlado. En casa, en el cole, con los estudios, etc. siempre está rodeado de las comodidades en las que vivimos hoy en día. Siempre hay un padre o un profe que se preocupa por su confort.
Pero en sus clases nadie le va a evitar los “botavarazos”, nadie hará que suba la temperatura al agua, que amaine el viento o impida que el barco vuelque. Todo depende exclusivamente de él. Está solo en su Optimist. Y esto es una dificultad para él, pero al mismo tiempo todo un reto. Cuenta con la vigilancia y el apoyo constante del entrenador, que le indica cómo debe hacer las cosas, pero es él el que tiene que hacerlo solito.
Con insistencia y la extraordinaria paciencia y habilidad de su entrenador, Ramón, ha conseguido continuar y está muy contento. Cada domingo vamos a recogerlo, fresco como una robaliza recién salida del mar, y nos cuenta sus “hazañas” del día aderezadas con su lenguaje marinero.
¿Por qué crees que la vela es un buen deporte para que practiquen los niños?
Este deporte tiene muchos elementos atractivos, como el contacto y el conocimiento del mar, de las olas, vientos, mareas, etc. También el atractivo de dominar un arte, el de navegar, como lo llevan haciendo los humanos desde hace siglos, a vela, sin motores. Posiblemente las regatas también añadan un aliciente como señalan aquellos que las practican.
La enorme satisfacción que tengo con la experiencia de Lucas en las clases de vela del MRCYB se debe a la combinación de dos factores. El primero se refiere a la autonomía que exige el deporte. Como señalaba más arriba, cada niño tiene que apañárselas solo en el barco, con toda la ayuda del entrenador, pero el niño es el único tripulante.
El segundo es la gran calidad y motivación de los entrenadores. Una implicación enorme, y no solo para que aprendan a navegar, sino para que superen sus dificultades, para crear equipo entre los niños, para que disfruten superándose a ellos mismos, fijando metas individuales, para que disfruten del resto de cada clase, etc.
Como casi todo en la vida, las cosas son buenas o malas en función de la ejecución. El pastel está bueno o malo no tanto por la receta, sino por el cocinero. En este caso, la receta, es decir, la vela, tiene enormes atractivos, pero el secreto de lo contentos que estamos tanto mi hijo Lucas como yo está en los cocineros!
Hay padres y madres que aún consideran que practicar vela es algo elitista, reservado únicamente a unos pocos, ¿qué hay de cierto o falso en esta afirmación?
Comprar y mantener un barco es un lujo que no está al alcance de todos, pero aprender a navegar sí se puede, porque el Monte Real tiene barcos para los que quieren empezar, como Lucas. La vela está en la categoría de “actividades extraescolares” compitiendo con cualquier otra.
¿Animarías entonces a otros padres a que sus hijos prueben el deporte de la vela?
¡Por supuesto! Lucas está encantado, se levanta feliz cada domingo, disfruta de su mañana de vela, aprende, hace deporte y se divierte con sus amigos. ¡Super recomendable!
¿Cuáles son las aspiraciones de Lucas? ¿Quiere llegar a competir o simplemente lo ve como un hobby?
Mi queridísimo Lucas vive feliz sus domingos de vela sin aspirar a ninguna competición. Le gusta ir al mar, navegar, jugar con sus amigos y ver cómo se va superando. Posiblemente más adelante comience a disfrutar de la competiciones pero en este momento es algo que no le preocupa lo más mínimo. El tiempo lo dirá.
Es una entrevista de Rosana Calvo
Si tienes alguna pregunta sobre la Escuela de Vela del MRCYB puedes escribir a escuela@mrcyb.com