· 25 veleros emprenderán el lunes 4 de julio desde Baiona una peregrinación por mar rumbo a Santiago de Compostela con paradas en Combarro, Rianxo, A Pobra do Caramiñal, Muros y Portosín
· Es la segunda edición de una travesía que busca divulgar la cultura marinera, promover el turismo náutico, impulsar el deporte de la vela y dar a conocer las potencialidades de los puertos gallegos
· La ruta está organizada por el Monte Real Club de Yates, el Real Club Náutico de Portosín y la asociación Camino de Santiago Ría Muros – Noia y cuenta con el patrocinio de CENOR
25 veleros emprenderán el próximo lunes 4 de julio desde Baiona una peregrinación por mar rumbo a Santiago de Compostela con diferentes etapas que pasarán por Combarro, Rianxo, A Pobra do Caramiñal, Muros y Portosín.
Se trata de la segunda edición de la Ruta Rías Baixas, una iniciativa turístico-deportiva de carácter lúdico que busca divulgar la cultura marinera, promover el turismo náutico, impulsar el deporte de la vela y dar a conocer las potencialidades de los puertos gallegos.
Organizada por el Monte Real Club de Yates, el Real Club Náutico de Portosín y la asociación Camino de Santiago Ría Muros-Noia gracias al patrocinio de CENOR, la travesía unirá “turismo, naturaleza, deporte, gastronomía, religión y tradiciones… algunas de los mejores reclamos de los que puede presumir Galicia”, en palabras del presidente del MRCYB, José Luis Álvarez.
En la primera edición de la ruta, celebrada el año pasado, participaron 24 embarcaciones, y este año serán 25, llegando a la cifra límite establecida por la organización para poder ofrecer a los participantes una experiencia de calidad, tanto en la navegación como en las diferentes escalas.
Las tripulaciones partirán de Baiona, de los pantalanes del Monte Real, la mañana del lunes 4 de julio rumbo a Combarro, con 30 millas de distancia por delante. El martes día 5 completarán las 32 millas que separan Combarro de Rianxo; y el miércoles día 6 tendrán como destino final A Pobra do Caramiñal. Navegarán siempre acompañados por dos embarcaciones de apoyo y un barco nodriza, y Muros y Portosín serán los dos últimos puertos en programa, para hacer la última escala y completar la peregrinación por mar. Desde Portosín ya solo les quedará emprender camino a Compostela, esta vez por tierra, para poder ganar el jubileo, algo que harán el sábado 9 de julio.
Con las casi 120 millas recorridas por mar, los participantes tendrán la posibilidad, si así lo desean, de conseguir la Compostela, para la que se exige un mínimo de 90 millas náuticas, sellando a cada paso su credencial de peregrinos.
La II Ruta Rías Baixas fue presentada oficialmente este jueves en el Monte Real Club de Yates, en un acto en el que estuvieron presentes, además del presidente del MRCYB, José Luis Álvarez; y el comodoro del RCN Portosín, Fernando González; el vicepresidente de la Asociación Camino de Santiago Ría Muros-Noia, José Santiago Freire; la directora de marketing de CENOR, Leticia Fernández; el alcalde de Baiona, Carlos Gómez; el jefe territorial de Turismo de Galicia, Felipe Ferreiro; la diputada Raquel Giraldez; y el comodoro del MRCYB, Ignacio Sánchez Otaegui.
II RUTA RÍAS BAIXAS · RECORRIDO
Lunes 4 de julio – Navegación Baiona – Combarro (30 millas) Martes 5 de julio – Navegación Combarro – Rianxo (32 millas) Miércoles 6 de julio – Navegación Rianxo – A Pobra do Caramiñal (15 millas) Jueves 7 de julio – Navegación A Pobra do Caramiñal – Muros (32 millas) Viernes 8 de julio – Navegación Muros – Portosín (10 millas) Sábado 9 de julio – Por tierra a Santiago de Compostela
El Monte Real Club de Yates organizó en 1972 la regata oceánica más importante de las celebradas hasta entonces en cuanto al número de participantes. 48 barcos de 35 clubes de 11 países con unas 500 personas a bordo partieron el 29 de junio de Bermudas rumbo a Baiona con el objetivo de replicar la navegación que 479 años antes, en 1493, había realizado La Pinta de Pinzón en su retorno a España para dar noticia de un nuevo continente, que se llamaría América. Conocida como la Regata del Descubrimiento, Discovery Race o BB (Bermudas-Baiona), en ella participaron algunos de los empresarios estadounidenses más destacados de la época, gente como el magnate de la prensa Beaver Brook; y un único español, el vigués Alfredo Lagos, quien con su presencia ayudó a acallar los comentarios de la prensa que tildaba de poco aventureros a los regatistas españoles por no ser partícipes de la travesía. Hoy, 50 años después de aquella competición, los archivos de los organizadores (MRCYB, New York Yacht Club, Royal Bermuda Yacht Club y The Cruising Club of America) apenas conservan unos pocos documentos y fotografías de su celebración pero todos recuerdan muy bien lo que fue: una de las regatas más importantes en la historia de la navegación, con el número de participantes más elevado hasta el momento.
Es un reportaje de Rosana Calvo, responsable de comunicación del MRCYB
“Maltrecha la nao por los temporales pero no los corazones”. Así describen los documentos históricos (y también el monolito conmemorativo erigido en la villa marinera de Baiona) la arribada, el 1 de marzo de 1493, de la carabela Pinta de Martín Alonso Pinzón al puerto gallego con una de las noticias más importantes de la historia de la humanidad: el descubrimiento de América.
479 años después de ese capítulo, el Monte Real Club de Yates, uno de los clubes más destacados de España ya por aquel entonces, impulsó en su honor la regata más importante de la época, una competición de más de 3.200 millas en la que los participantes replicarían el recorrido de la carabela a través del Atlántico.
La llamaron, como no podría ser de otra forma, la Regata del Descubrimiento, Discovery Race o BB (por Bermudas-Baiona), y en su organización colaboraron mano a mano con el Monte Real, el New York Yacht Club, el Royal Bermuda Yacht Club y The Cruising Club of America.
Es difícil atribuir una paternidad a la idea inicial de la regata. Muchos hablan de Fernando Solano, quien avanzó en las negociaciones del patrocinio con Fraga y de la organización con los clubes implicados. Otros nombres que figuran en los registros como principales impulsores son los de Richard B. Nye (presidente del comité de regata), Hugh C.E. Masters (comodoro y presidente del comité del Royal Bermuda Yacht Club), y José María de Gamboa (presidente del comité español de la regata).
También propiciaron la celebración de la competición y formaron parte del comité español el que fuera alcalde de Vigo, José Ramón Fontán; uno de los históricos de la vela en Galicia, recientemente fallecido, Fernando Massó; el patriarca de los Gándara, José de la Gándara; José María Padró; el industrial vigués Alfredo Lagos; el presidente del Monte Real hasta 1971, Alfredo Romero (al que le sucedería en el cargo Carlos Zulueta entre el 71 y el 73); y el comodoro del club baionés hasta el 71, Manuel Varela.
Una regata cocinada a fuego lento durante una década
Fue una regata que se cocinó a fuego lento durante nada más y nada menos que 10 años, desde el 1962, cuando se empezó a hablar de su celebración; hasta el 1972 cuando finalmente se disputó. Entre medias, el proyecto se presentó formalmente al por aquel entonces Ministro de Información y Turismo español, Manuel Fraga Iribarne, que acabaría aprobando su patrocinio; se expuso a los clubes americanos que finalmente se implicarían en el evento junto con el Monte Real (el New York Yacht Club y el Royal Bermuda Yacht Club); y en 1969 se celebró la primera reunión oficial con la Federación Española de Vela.
En 1970, dos años antes de su celebración, ya existía un folleto propagandístico de la regata, para la que, en un principio, se propuso el nombre de “The Race of Discovery for La Pinta Trophy TransAtlantic”, que finalmente se simplificaría a “The Discovery Race”. En él que se explicaban todos los detalles de la competición. Sería una prueba de unas 3.000 millas de recorrido que se llevaría a cabo con la única condición de que se inscribiesen en ella un mínimo de 15 barcos.
La regata más importante y multitudinaria de la época
Las previsiones de participación, no muy elevadas en sus comienzos, acabaron superando todas las expectativas y la Regata del Descubrimiento contó finalmente con un total de 57 inscritos (de los que acabaron partiendo 48), convirtiéndose en la regata más importante de las celebradas hasta la fecha, con el número de participantes más elevado de todos los tiempos.
Entre los barcos inscritos, la mayoría de entre 40 y 60 pies (entre 12 y 18 metros), el más pequeño fue el francés Penélope III, de Alain Maupas Trinidad, con 40 pies de eslora / 12 metros; y el Beayondan de Patrick E. Haggerty, de 81 pies de eslora / 24,6 metros, el más grande.
Como curiosidad, destacar que hubo veleros, como el New World, de 43 pies / 13 metros, del norteamericano Phillip Davies, que fue construido específicamente para la regata; y que en la prueba, que contó con la presencia importantes empresarios estadounidenses, participó también el segundo barón Beaverbrook, hijo del archiconocido magnate de la prensa británica William Maxwell Aitken (Lord Beaverbrook), fundador de periódicos como el Daily Express o el Sunday Express.
Alfredo Lagos, el único español a bordo
Entre todos los inscritos solo había un español: el reconocido industrial vigués y experimentado regatista Alfredo Lagos, hijo del fundador y director durante más de 50 años de Astilleros Lagos, una de las empresas con más prestigio a nivel mundial por sus trabajos en la construcción y restauración de barcos clásicos de madera.
Con su presencia como tripulante a bordo del Dora, Lagos ayudó a acallar los comentarios de la prensa de la época, que tildó de “poco aventureros” a los regatistas españoles por no querer participar en la regata (o por no atreverse, como incluso llegaron decir algunos, por “riesgo y miedo”).
Una regata marcada por la meteorología
La Regata del Descubrimiento tenía fijada su salida el 28 de junio de 1972 desde el histórico golfo de Las Flechas (llamado así por las flechas que lanzaron los miembros de la tribu de los Ciguayos contra los españoles en el considerado primer incidente contra la invasión europea en América), tal y como había hecho la Pinta el 16 de enero 1493, pero por razones técnicas acabaron zarpando un día después desde el puerto de Hamilton.
Por delante, los 500 participantes a bordo de 48 barcos de 35 clubes de 11 países, tenían una singladura de 3.200 millas náuticas / 5.926 kilómetros (según el recorrido oficial), aunque todos esperaban que fuesen más (cerca de 4.000 / 7.408 km) por los vientos y corrientes que influirían en su periplo. Y lo cierto es que la meteorología acabó afectando, y mucho, a la prueba.
Cuando se dirigían desde Nueva York a Bermudas para la salida de la prueba, algunos barcos sufrieron los efectos de un tifón, lo que obligó a cuatro de ellos a abandonar la competición y a retrasar un día la salida para que el resto pudiesen hacer algunas reparaciones. Después, una vez iniciada la travesía, el mal estado del mar dificultó la navegación. Y a los pocos días, más problemas. Se sucedieron varias jornadas de encalmadas que originarían un considerable retraso en la culminación de la prueba.
La Regata del Descubrimiento fue la primera competición internacional que obligó a las tripulaciones a dar su situación todos los días, algo que, además de generar seguridad, facilitaba las tareas del comité de regata para controlar a la flota y los trabajos de la prensa de la época para narrar la evolución de la prueba. Pero lo que en un principio funcionó sin problemas, pronto se torció. Los participantes dejaron de cumplir con el requisito porque también facilitaban información a sus rivales y la prueba se desarrolló prácticamente en su totalidad, salvo contadas excepciones, sin un seguimiento real y continuo de los veleros.
Se sabe, por los datos aportados en los primeros días, que los veleros tomaron tres rutas distintas de navegación. Unos optaron por la ruta más corta y directa, otros se fueron hacia el norte en busca de vientos más favorables y el resto navegó hacia el sur. Pero cuando realmente empezaban a tomar distancia unos de otros, llegaron las encalmadas y las tripulaciones no lograron establecer ventajas importantes, quedando prácticamente todos agrupados en pelotón mientras duró la falta de viento.
A los cuatro días de iniciada la prueba, los radiogramas enviados a Nueva York, anunciaban al Buccaneer de Tom Clark (Nueva Zelanda) en cabeza. En la isla de las Flores (Azores), única marca fijada en el recorrido transatlántico de la regata (a 850 millas / 1.574 km de la meta), el Charisma capitaneado por Jessie Phillips (Dayton, Ohio) iba primero, seguido por el Carina de Richard S. Nye y el Jubilee III, de la Academia Naval de los Estados Unidos, capitaneado por el comandante Howard Randall.
A mediados de julio, un hidroavión Canadair CL-215 del Servicio de Búsqueda y Salvamento llegó a Vigo para hacer su primera operación de exploración en un radio de acción de unas 200 millas / 370 km. de Baiona, pero los resultados fueron negativos. En una segunda salida logró localizar a uno de los participantes, el Solution, a 6 millas / 11 km de A Guarda, pero la tripulación había arriado velas y enfilado rumbo al puerto de Vigo, con lo que dio a entender que se había retirado de la competición. Algo más lejos, un grupo de pesqueros avistaron, a la altura de las islas Berlengas (al norte de Lisboa), al grosso de las tripulaciones.
El Blackfin, primero. El Carina, ganador.
Aunque estaba previsto que los barcos de la Regata del Descubrimiento llegasen a Baiona el día 14 de julio, no fue hasta el día 18, a las 12:15 cuando el Blackfin (de bandera norteamericana, vela número 8910, 73 pies de eslora / 22, 25 m. y 16 aventureros a bordo), liderado por Kenneth W. DeMeuse, cruzó la línea de llegada, una línea imaginaria que dejaba la Torre del Príncipe (en donde hacían guardia algunos de los chicos de snipes y cruceros como los hermanos Fontán, Quico Arbones, Humberto Cervera y otros) a 180º magnéticos. A excepción de la encalmada que se encontró a la salida de Bermudas, el velero navegó prácticamente todo el resto el recorrido sin problemas, aprovechando un canal de viento. Lo hizo en solitario, invirtiendo un total de 453 horas, y al llegar, los 15 tripulantes arrojaron a su capitán por la borda para celebrar el triunfo.
DeMeuse, agotado y con el pelo revuelto del chapuzón, llamó a su país para decir que había llegado, se pidió un cubalibre con mucho hielo y atendió a los medios de comunicación. Comentó que la regata “no fue tan difícil como larga”, explicó que se hizo complicada por momentos al cruzarse con vientos muy fuertes o con ningún viento, pero que tanto la tripulación como el barco (“que es bueno y rápido”, aseguró) funcionaron muy bien.
Horas después, en torno a las ocho de la tarde, arribó al viejo continente el segundo barco, el Jubilee III, de la Academia Naval de los Estados Unidos, un velero de 22,25 metros y el número 1800 en su velamen. Iba tripulado por 17 personas, patroneado por el comandante Howard Randall y, al igual que le había pasado al Blackfin, también tocó contra los bajos de Carallones.
El 21 de julio, tres días después de haber cruzado la línea de llegada las primeras embarcaciones, aún había veleros por finalizar la travesía y entre ellos estaban algunos de los que podrían proclamarse vencedores absolutos (por el sistema de compensación de tiempos que se aplicaría para nivelar las diferencias entre los barcos grandes y pequeños). El último yate en llegar, el Tanatara, lo hizo el día 22, y fue entonces cuando se reveló la clasificación definitiva de la competición.
El ganador de la Regata del Descubrimiento Bermudas-Baiona de 1972 fue el Carina, de la clase B, patroneado por Richard “Dick” S. Nye, con 391 horas, 52 minutos y 39 segundos. Le siguieron en la tabla el Prim (Gibbons Neff Jr.), de la clase B, con 344 horas, 44 minutos, 19 segundos; y el Aura (Wallace Stenhouse), también de la clase B, con 395 horas, 27 minutos, 19 segundos. El Blackfin, el primero en arribar a las aguas de Baiona el día 18, quedó finalmente en el puesto 42 de la clasificación general.
A Richard S. Nye (1904-1988) le llegó tarde su amor por el mar y no sabía apenas nada de navegación cuando en 1945 se compró el Carina, pero pronto empezó a navegar y acabó compitiendo en regatas de larga distancia, que se convirtieron en su pasión. Participó en un gran número de ellas y llegó a ganar 7 transatlánticas, entre ellas la Bermudas Baiona, en la que se impuso con el primero de sus tres Carinas.
El patrón atribuyó (siempre lo hacía) el éxito en esta regata y otras tantas que ganó al buen hacer de su tripulación, compuesta por su hijo Richard B. Nye, como primer oficial, y otros miembros de su familia y amigos cercanos.
Los que le conocieron dicen que no navegaba para ganar, sino porque era un verdadero apasionado del mar. A la posteridad pasó su frase: «¡Está bien, muchachos, pueden dejar que el barco se hunda!», pronunciada tras finalizar la Fasnet Race de 1957 en un Carina muy dañado por la dura competición.
Su victoria en la Regata del Descubrimiento tuvo gran un eco mundial y en la difusión final del evento todos coincidieron en señalar el gran éxito que había supuesto la prueba.
La Regata del Descubrimiento, mucho más que una regata
En un encuentro con periodistas, el presidente del Monte Real Club de Yates y vicepresidente del comité español encargado de la organización de la llegada, Carlos Zulueta, resaltó los resaltó los cuatro aspectos más significativos de la regata: económico, turístico, histórico y deportivo.
La competición, patrocinada por el Ministerio de Información y Turismo (al entender que serviría para promover turismo del más alto nivel y ofrecer a las Rías Gallegas una competición deportiva de alto rango internacional), se había convertido en la de mayor participación hasta la época y las reservas de alojamientos hechas en Baiona habían repercutido en los hosteleros con una cifra que superó el millón de pesetas. Restaurantes, taxistas y otros negocios también hicieron caja durante la estancia de los norteamericanos en la villa marinera.
Alfredo Lagos, único español en la competición, se quejó, una vez acabada, de la poca atención que le había dedicado la prensa nacional y la televisión. Culpó a “una fuerza oculta que trata de minimizar todo lo de Galicia, que nos traslada a épocas anteriores a la de los Reyes Católicos. Ustedes ya saben -decía Lagos en un reportaje especial para la revista Pesca y Náutica- que cuando cae una gota de agua en Estaca de Bares, aunque en Baiona tengamos un día ideal, la frase es “Llueve en Galicia”. Para muchos Galicia está muy lejos, las carreteras son muy malas, hay muchas vacas y las mujeres llevan la carga en la cabeza. Los que sólo piensan esto, es mucho mejor que no vengan”.
Lo cierto es que todos recibieron a las tripulaciones con los brazos abiertos y los regatistas pudieron disfrutar durante varios días de la cultura, paisaje y gastronomía de Galicia. En Vigo, en los jardines del Pazo Quiñones de León, se les organizó una cena amenizada por grupos folclóricos. En Baiona, otra cena y un gran baile.
Asistieron también al famoso curro de Mougás y comieron sardinas asadas, empanada y pulpo en un refugio del monte. Y al acabar, muchos de ellos participaron en un crucero por las rías gallegas desde Baiona hasta Fisterra, navegando por los puntos más turísticos de la Galicia costera y realizando una excursión en autobús a Santiago de Compostela.
Matasellos, folletos, platos conmemorativos, banderas… recuerdan una de las regatas más importantes de la historia de la navegación. Una regata que sirvió para que varios clubes a los dos lados del Atlántico estrechasen lazos e impulsasen la que acabó siendo la competición náutica más multitudinaria organizada hasta la fecha.
Medio siglo después de su celebración, en el Monte Real Club de Yates de Baiona, germen de la competición, la rememoran como algo histórico, como uno de esos eventos merecedores de haber pasado a la historia de la vela mundial junto a otros hitos del club como el desafío a la Copa América de Vela.
Y al igual que “la noble villa de Baiona, antigua erizana céltica, tuvo la honra de ser la primera en anunciar, para asombro del mundo, el milagro del descubrimiento de las Américas”, el Monte Real Club de Yates tuvo la honra de ser el primero en organizar una regata en su honor, la más importante de la época y una de esas que siempre permanecerán en el recuerdo.
Es un reportaje de Rosana Calvo, responsable de comunicación del MRCYB
· Las parejas formadas por Rui Ramada y Óscar Peixoto y Nano Yáñez y Manuel Fernández, ambos del Monte Real, se alzaron este sábado en el Trofeo MRW con los títulos de Campeones Gallegos de A Dos masculinos en las clases ORC y J80
· La mejor tripulación hombre-mujer fue la formada por Brenda Maure y Jacobo Vecino del RCN Vigo y las campeonas en el apartado femenino fueron Marta Ramada y Ana Sardiña del MRCYB
· Los premios del VIII Memorial Rafael Olmedo fueron a parar a los mejores equipos de cada clase: el Yess de Rui Ramada y Óscar Peixoto (ORC) y el Cansino de Nano Yáñez y Manuel Fernández
· Tras la celebración del Campeonato Gallego de A Dos, el Monte Real pone el foco ya en el Trofeo Conde de Gondomar y el Trofeo Príncipe de Asturias que se celebrarán entre el 22 y el 25 de julio y el primer fin de semana de septiembre
Baiona encumbró este sábado a los nuevos campeones gallegos de A Dos tras la celebración de una nueva edición del Trofeo MRW, en el que se pusieron en juego no solo los títulos autonómicos absoluto, mixto y femenino de navegación en tripulaciones reducidas; sino también los galardones del VIII Memorial Rafael Olmedo.
Los premios masculinos de las dos clases en disputa (ORC y J80) fueron a parar a manos de las parejas formadas por Rui Ramada y Óscar Peixoto (ORC) y Nano Yáñez y Manuel Fernández (J80), ambos del Monte Real Club de Yates. Fueron los mejores de la competición y son, desde hoy, los nuevos campeones gallegos de A Dos, tal y como rezan las placas que les entregó la Real Federación Gallega de Vela.
En esta edición del Campeonato Gallego, además de los premios masculinos, se volvieron a entregar distinciones, tal y como se había hecho en la anterior edición por primera vez en la historia de la competición, a las mejores tripulaciones femeninas y mixtas.
La creación de estas categorías especiales dependía del número de inscritos en cada una de ellas y logró formarse categoría femenina en J80, siendo las vencedoras Marta Ramada y Ana Sardiña, del Monte Real; y mixta en ORC, donde resultó ganadora la pareja formada por Brenda Maure y Jacobo Vecino, del Real Club Náutico de Vigo.
El desarrollo de la prueba fue una nortada en toda regla. El viento del norte sopló entablado y con intensidad desde la salida, que se dio puntual a las once de la mañana; hasta el punto de virada en el faro de Camouco, en Ons; y se mantuvo igual, tanto en dirección como en intensidad (13-15 nudos con picos de 19) hasta la línea de llegada, que el comité de regata colocó en el interior de la bahía de Baiona.
Fueron en total 35,3 millas de recorrido que el velero más grande de la flota, el Yess (un Hanse 630 E), de Rui Ramada y Óscar Peixoto, completó “volando”. Tardó apenas dos horas y media en virar el Camouco y poco más de cuatro horas y media en finalizar la prueba.
Entre el resto de tripulaciones, destacaron especialmente las del Deep Blue, el Salaño Dos, el Orión, el Fend la Bise y La María. Este grupo de cinco barcos, del Real Club Náutico de Vigo, el Monte Real Club de Yates y el Club Náutico de Cabanas, todos con grandes navegantes a bordo, se mantuvieron siempre a la cabeza de la flota sin llegar a perderse de vista unos a los otros.
El Yess (MRCYB) finalizó vencedor del Trofeo MRW en la clase ORC, dejando la segunda y tercera posición al Salaño Dos de Jacobo Vecino y Brenda Maure (RCN Vigo) y al Orión de Javier Pérez y Esteban Gañete (MRCYB). En la clase ORC OPEN se subieron al podio el Secolite de Javier Rey y Jorge Justo (MRCYB), el Bouvento de David Fontán y Alex Luca de Tena (MRCYB) y el Tutatis de Roy Alonso y Alechu Retolaza (MRCYB).
Estos dos últimos barcos concentraron toda la atención de la flota de Fígaros por el intenso mano a mano que mantuvieron durante toda la prueba; y por el hecho de que en ellos competían directivos del Monte Real (el vicepresidente y el director deportivo en el Tutatis) y entrenadores del club. Finalmente fueron los entrenadores David Fontán y Alex Luca de Tena los que se laurearon, tras ganar distancia en las últimas millas y completar un gran final de regata.
En la competición en tiempo real de los J80, la sorpresa de la jornada la dio el SND Cormorán de Francisco Javier Martínez y Alfonso Otero, virando el primero en el Camouco; aunque finalmente acabó la prueba en segunda posición por detrás del Cansino de Nano Yáñez y Manuel Fernández, uno de los más solventes en toda la prueba. Tras el oro y la plata de los dos barcos del Monte Real, el bronce de los monotipos se lo llevó el ¡Ay Carmela! del Liceo Marítimo de Bouzas, tripulado por Juan Martínez Pazó y José Ignacio Correa.
En el marco del Trofeo MRW, además de los premios del Trofeo y las placas a los nuevos Campeones Gallegos de A Dos, se entregaron los premios del VIII Memorial Rafael Olmedo a los ganadores generales de las dos clases en liza: el Yess (ORC) y el Cansino (J80) . Los recibieron de manos de Rodrigo Olmedo, hijo del que fuera presidente del Monte Real durante más de 40 años y al que desde hace 8 años se le dedica esta competición.
En la ceremonia de entrega de premios, que discurrió con muy buen ambiente en los jardines del Monte Real participaron el presidente del club organizador, José Luis Álvarez; el director ejecutivo de MRW y patrocinador de la competición, Santos Almeida; el teniente alcalde de Baiona, Óscar Martínez; el diputado de Deportes de la Diputación de Pontevedra, Gorka Gómez; y el presidente del comité de Vela Ligera y directivo de la Real Federación Galllega de Vela, Ignacio Campos.
CLASIFICACIONES FINALES
TROFEO MRW · CAMPEONATO GALLEGO DE A DOS · VIII MEMORIAL RAFAEL OLMEDO Monte Real Club de Yates · Baiona, 11 de junio de 2022
CAMPEONES GALLEGOS A DOS · CLASE ORC ABSOLUTA YESS · RUI RAMADA Y ÓSCAR PEIXOTO · MRCYB
CAMPEONES GALLEGOS A DOS · CLASE ORC MIXTA SALAÑO DOS · BRENDA MAURE Y JACOBO VECINO · RCN VIGO
CAMPEONES GALLEGOS A DOS · CLASE J80 ABSOLUTA CANSINO · NANO YÁÑEZ Y MANUEL FERNÁNDEZ · MRCYB
CAMPEONAS GALLEGAS A DOS · CLASE J80 FEMENINA MIUDO · MARTA RAMADA Y ANA SARDIÑA · MRCYB
GANADORES DEL VII MEMORIAL RAFAEL OLMEDO (GANADORES GENERALES DE ORC Y J80)
• Ganador general ORC: YESS · RUI RAMADA Y ÓSCAR PEIXOTO · MRCYB • Ganador general J80: CANSINO · NANO YÁÑEZ Y MANUEL FERNÁNDEZ · MRCYB
GANADORES DEL TROFEO MRW
TROFEO MRW · CLASE ORC 1. YESS · RUI RAMADA Y OSCAR PEIXOTO · MRCYB 2. SALAÑO DOS · JACOBO VECINO Y BRENDA MAURE · RCN VIGO 3. ORIÓN · JAVIER REY Y ESTEBAN GAÑETE · MRCYB
TROFEO MRW · CLASE ORC OPEN 1. SECOLITE · JAVIER REY Y JORGE JUSTO · MRCYB 2. BOUVENTO · DAVID FONTÁN Y ALEX LUCA DE TENA · MRCYB 3. TUTATIS · ROY ALONSO Y ALECHU RETOLAZA · MRCYB
TROFEO MRW · CLASE FÍGARO 1. BOUVENTO · DAVID FONTÁN Y ALEX LUCA DE TENA · MRCYB 2. TUTATIS · ROY ALONSO Y ALECHU RETOLAZA · MRCYB 3. SERRALLEIRAS · SANTI MEYGIDE Y FCO JAVIER CAMBA · MRCYB
TROFEO MRW · CLASE J80 1. CANSINO · NANO YÁÑEZ Y MANUEL FERNÁNDEZ · MRCYB 2. SND CORMORÁN · FRANCISCO JAVIER MARTÍNEZ Y ALFONSO OTERO · MRCYB 3. ¡AY CARMELA! · JUAN MARTÍNEZ PAZÓ Y JOSÉ IGNACIO CORREA · LM BOUZAS
· El Monte Real Club de Yates y el Real Club Náutico de Vigo son los clubes con un mayor número de aspirantes al título autonómico al que también optan tripulaciones de Bouzas, Portosín, Canido, Punta Lagoa y Sada
· Además de los premios generales de Campeones Gallegos de A Dos se entregarán galardones a los mejores equipos femeninos y mixtos para los que hay inscritos 8 equipos del total de 30 que participarán en la prueba
· El Campeonato Gallego de A Dos se celebra en el marco del Trofeo MRW y será la octava edición del Memorial Rafael Olmedo
Una treintena de barcos se disputan este sábado en las Rías Baixas el Campeonato Gallego de A Dos, que coronará a las mejores tripulaciones en formato reducido de Galicia. El Monte Real Club de Yates y el Real Club Náutico de Vigo son los clubes con un mayor número de aspirantes al título autonómico, al que también optan equipos de Bouzas, Portosín, Canido, Punta Lagoa y Sada.
Todos los candidatos a la victoria, en embarcaciones tripuladas por dos regatistas, se enfrentarán a un recorrido de más de 35 millas de ida y vuelta entre Baiona y la isla de Ons, que empezará a las once de la mañana y finalizará bien entrada la tarde, con una previsión de vientos de componente norte que se moverán entre los 7 y los 14 nudos.
La competición, patrocinada por MRW, se dividirá en dos clases diferentes: ORC, que clasificará tras aplicar una compensación de tiempos; y J80, que competirá en tiempo real. Y dentro de cada una de ellas se establecerán varias categorías.
En ORC habrá, además de la general, habrá una categoría mixta, en la que se medirán los equipos formados por Carolina Martínez y Miguel Ángel Fernández (CN Sada), Elena Raga y Miguel Sterner (MRCYB), Jacobo Vecino y Brenda Maure (RCN Vigo), y José Luis Ríos y María Jesús Montes (RCN Vigo).
En la general de esta clase entrarán en liza casi 20 equipos, entre los que se encuentran, entre otros, las tripulaciones formadas por Jean Claude Sarrade y André Amorín, que consiguieran el título de campeones gallegos en 2017; o la del vicepresidente y director deportivo del Monte Real, Alejandro Retolaza y Roy Alonso, que ya participaron en años anteriores con buenos resultados.
En J80 no habrá categoría mixta pero sí femenina, con cuatro tripulaciones optando al título de Campeonas Gallegas de A Dos. Son los equipos de Marta Ramada y Ana Sardiña, África Alonso y Carolina Terrón, Hilda Martín y Dunia Reino, y Rebeca González y Helena Benito. Aunque formadas por regatistas de diferentes clubes, todas correrán por el Monte Real Club de Yates.
En la general de esta clase entrará en juego gran parte de la flota de ocho metros del Monte Real, que sigue preparándose para el Campeonato de España de la clase que el club celebrará en septiembre; y para el Mundial del 2023, que también se celebrará en Baiona. Estarán, entre otros, el Cansino de Fernando Yáñez y Manuel Fernández; el Namasté de Luis de Mira y Susana Baena; o el Spaco de Javier Martínez Valente y Alberto Diz.
El Campeonato Gallego de A Dos, organizado por el Monte Real por delegación de la Real Federación Gallega de Vela, se enmarca en el Trofeo MRW y será, además, la octava edición del Memorial Rafael Olmedo, con el que el Monte Real homenajea al que fuera su presidente durante más de 40 años. La competición (que empezará a las once de la mañana con la regata y finalizará a las ocho de la tarde con la entrega de premios) se podrá seguir en directo a través de la web del Monte Real (www.mrcyb.es) gracias a un sistema de realidad virtual.
Este sábado 11 de junio, a partir de las 11:00, no te pierdas el CAMPEONATO GALLEGO DE A DOS · TROFEO MRW · VIII Memorial Rafael Olmedo.
Si quieres seguirlo en directo, conociendo en todo momento la ubicación, el rumbo y la velocidad de cada uno de los veleros participantes, puedes hacerlo desde aquí:
· El próximo sábado se celebra en las Rías Baixas el Campeonato Gallego de A Dos de vela con un recorrido entre Baiona y las Ons en el que competirán tripulaciones formadas únicamente por dos personas
· Este es el undécimo año consecutivo que la Real Federación Gallega de Vela delega en el Monte Real Club de Yates la organización de una prueba con la que el club rinde homenaje a su histórico presidente Rafael Olmedo
· Además de una categoría general de la que saldrá el nombre de los nuevos campeones autonómicos de la clase, se pondrán en liza los títulos de campeones mixtos y campeonas femeninas
Un mano a mano a vela por las Rías Baixas. Eso será el Campeonato Gallego de A Dos que se celebra el próximo sábado bajo la organización del Monte Real Club de Yates y con el patrocinio de MRW.
La Real Federación Gallega de Vela ha delegado, un año más -y ya van once- en el club baionés la organización de una de las pruebas más emocionantes de la vela en Galicia, no tanto por su recorrido, que también, sino por las características de la competición, en la que irán a bordo de los veleros solamente por dos personas.
Un patrón y un único tripulante que deberán ocuparse tanto de la táctica como de las maniobras de la embarcación a lo largo de las más de 35 millas náuticas que supone completar el recorrido entre Baiona y la isla de Ons, que los veleros deberán alcanzar antes de regresar de nuevo a Baiona.
En su navegación pasarán por las balizas de Carallones, La Negra y seguirán subiendo dejando a un lado el archipiélago de las islas Cíes y la isla de Onza antes de alcanzar el faro de Camouco, al noreste de la isla de Ons, frente a Cova do Lobo. Una vez allí y tras virar el faro, emprenderán la bajada a Baiona, donde les estará esperando la línea de llegada.
A falta unos días para que se cierre el plazo de inscripción ya hay más de veinte barcos inscritos para participar en el campeonato y desde la organización esperan alcanzar la treintena. Se agruparán en dos clases: crucero y J80; y en ambas habrá -si se alcanza un mínimo de inscripciones- tres categorías: general, mixta y femenina.
En la clase crucero veremos a gente como Javier Pérez y Esteban Gañete a bordo del Orión; Javier Rey y Jorge Justo en el Secolite; Jacobo Vecino y Brenda Maure tripulando el Salaño Dos; Vicente Cid y Javier Fernández-Ahuja en el Deep Blue 2.1; o Agustín Marquina y Fernando Rey en el Erizana, entre otros.
Competirán en tiempos compensados marcando la diferencia con los J80, la otra clase en liza, que lo hará en tiempo real. A bordo de los 8 metros estarán algunos de los regatistas habituales de las ligas de monotipos del Monte Real, como la pareja formada Luis de Mira y Susana Baena, del propio club; Juan Martínez Pazó y José Ignacio Correa, del Liceo Marítimo de Bouzas ; o Rafael Blanco y Alejandro Vázquez, del Real Club Náutico de Portosín.
Además de los premios del Trofeo MRW y el Campeonato Gallego de A Dos, la competición entregará dos trofeos especiales, los relativos al Memorial Rafael Olmedo, con el que el Monte Real Club de Yates homenajea al que fuera su presidente durante más de 40 años. Se los llevarán los mejores clasificados en crucero y J80.
La competición, que se podrá seguir en directo a través de la web del Monte Real (www.mrcyb.es) gracias a un sistema de realidad virtual, dará comienzo el sábado a las once de la mañana. Previamente, la jornada del viernes se destinará a mediciones, controles de seguridad y reunión de patrones. Y la entrega de premios tendrá lugar a las ocho de la tarde del sábado en los jardines del club baionés.
Algunos de los que ya han confirmado su asistencia a la entrega de trofeos son el presidente del Monte Real Club de Yates, José Luis Álvarez; el director ejecutivo de MRW Vigo y patrocinador de la competición, Santos Almeida; el alcalde de Baiona, Carlos Gómez; y el diputado de Deportes de la Diputación de Pontevedra, Gorka Gómez. Está previsto también que asista algún representante de la Xunta de Galicia, aún por confirmar.
CAMPEONATO GALLEGO DE A DOS · TROFEO MRW VIII MEMORIAL RAFAEL OLMEDO
Viernes, 10 de junio 16:00 – 20:00 > Revisiones de seguridad, inscripciones y entrega de documentación 19:00 > Reunión de patrones
Sábado, 11 de junio 11:00 > Salida de la regata (bahía de Baiona) 20:00 > Entrega de premios